16 abril 2024

SOMETHING WILD (Algo salvaje) (1986) Jonathan Demme

 


    En la vida real, cuando te decepcionan dos veces, no suele haber una tercera. En la cinefilia pasa exactamente lo mismo, cuando dos películas de un director no te gustan, no le sueles dar una tercera oportunidad, y menos si hablamos de un director comercial. Es el caso de Jonathan Demme, nombre que asociaba a “El silencio de los corderos” y “Philadelphia”, dos grandes éxitos de taquilla de los 90 que me dejaban bastante indiferente, sobre todo la segunda. Los deseos de profundizar, de mirar atrás, eran nulos, y si no se llega a cruzar en mi vida la crítica americana Pauline Kael, su principal valedora, reivindicadora (tampoco le gustaba su deriva de los 90), jamás lo hubiera hecho. Y no es que me fíe de su criterio, a quien no le gusta “Blow-Up” soy incapaz de respetarlo como cinéfilo, pero su insistencia me llamó la atención, me despertó la curiosidad. Gracias a “Extraños en el paraíso” (1984) de Jarmusch mis prejuicios contra el cine americano de los 80 eran nulos (bueno, exceptuando las factorías Corman y Troma), que su director favorito fuera Scorsese (esta genial comedia negra es tan grande como "Jo, ¡qué noche!" (1985)) sí que me despertaba algunos, la glorificación de la violencia, de la corrupción, cada vez la soporto menos, digamos que Zampa me abrió los ojos de par en par. Venciendo estos pequeños escrúpulos, en peores plazas hemos toreado, en peores garitas hemos hecho guardia, procedí a ver las películas ochenteras de Jonathan Demme, y saltó la liebre, mejor dicho, el conejo, como sinónimo familiar de coño.




     La regla básica de toda relación de pareja es cumplir las 16 ces: complicidad, confianza, confidencialidad, cariño, comprensión, comedia, comunicación, continuidad, comodidad, cercanía, curro, cuartos (jurdo), cama, casa, comida, cultura. Si falla una todo está bien, si fallan dos se puede tirar adelante, si fallan tres se empiezan a complicar las cosas, si fallan cuatro se acerca el final, si fallan cinco la ruptura es inevitable, si fallan seis la ruptura es definitiva, si fallan siete ni la amistad es posible. La situación perfecta para comenzar de cero, para tirarte todo lo que se mueve, la sana aspiración de toda persona cuando sale de una relación tormentosa, tóxica, y que muy pocas veces se suele cumplimentar. Hay un tipo de mujeres que le gustan mucho a los hombres en general, y a los cinéfilos en particular, las locas del coño, un concepto que no tiene porque ofender a ninguna mujer, a ninguna feminista, es un concepto científico, psiquiátrico. Hay mujeres que están locas, de verdad, no de las qué loca estoy, y que de coño andan sobradas, las típicas a las que Freud les haría una histerectomía. Mujeres peligrosas, antes se las llamaba femmes fatales, porque básicamente están como un puto cencerro, y ni ellas mismas saben por dónde van a salir. Un factor sorpresa que obviamente le pone a cualquier hombre de bien, los que han hecho de la normalidad, de la comodidad, su modus vivendi. Si la cosa se queda en un piscolabis, en una canita al aire, y no pasa a mayores, no hay mayor problema, las locas del coño son de coño inquieto, coños de mal asiento. Pero si la “los muchachos del barrio” se obsesiona, átate los machos, y repítete a ti mismo, ¿dónde coños me he metido? De todo esto, y de nada de esto, trata esta genial, anarquista, anticomedia romántica de instituto, la libertaria road movie que va a borrar de vuestra frágil memoria el Jonathan Demme de los años 90. Bienvenidos al lado salvaje de la vida, un costado que tienes que pasar bastante de puntillas si quieres llegar a tener canas, aunque ser un bonito cadáver tampoco es una mala opción a corto plazo.




"Lo que me gusta de Jonathan Demme es que busca la poesía en lo hortera, en lo cotidiano. Lo valoro mucho más que las supuestas películas de buen gusto que hace la gente. Hace falta más valor para ser tan poco sofisticado y democrático como él. Y las películas son, una forma de arte democrático. “Something Wild” es la marca de agua de la puesta en escena hipnotizadoramente caótica de Demme." Pauline Kael


P.D: La gran sorpresa de la película es que hace un pequeño cameo (hay muchos otros cameos, homenajes, musicales) la vocalista de Suburban Lawns, Su Tissue, “Janitor (Oh my genitals)”, uno de los grandes himnos punk de todos los tiempos.


https://www.youtube.com/watch?v=UYLb4Zxl3Yc





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