26 julio 2023

FEMINISMO EN “LAS DOCE CARAS DE EVA” (1971, Jaime de Armiñán)



     De primeras desactivar las posibles objeciones al título de la serie, es la secuela de otra serie titulada “Las doce caras de Juan” (1967) también de Jaime de Armiñán, luego no existe ningún tipo de discriminación positiva, ni negativa, son series complementarias, y a la vez completamente autónomas. Lo mismo que cada capítulo, que al contrario que “Las doce caras de Juan” no está protagonizada por un único actor, Alberto Closas, sino por 12 actrices diferentes. Una decisión que tiene más miga de lo que parece, que haya 12 caras, que haya 12 mujeres distintas, desmiente el tópico machista de todas las mujeres son iguales, del eterno femenino. Si alguien piensa que por el simple hecho de que la serie esté protagonizada por mujeres el feminismo se le supone, se equivoca, es mucho suponer, hablamos de los años 70, España, inmersa en una dictadura fascista, seguía siendo todavía un país invivible, una auténtica cárcel, para las mujeres. Que Armiñán en casi todas sus series desde los años 60 colara de rondón, en segundo plano, y muchas veces en primero como en esta serie, la igualdad de sexos, la liberación de la mujer, no era muy frecuente que digamos, basta pasarse por el cine, televisión, teatro, literatura, prensa de la época para constatar los excepcional de su enfoque igualitario, democrático, aunque nunca se le haya reconocido. Antes de nada aclarar que feminismo significa igualdad, no estar en contra de los hombres, que eso es androfobia, hembrismo, el equivalente al machismo, todavía hay muchas personas, desgraciadamente también mujeres, que confunden, interesadamente, los términos. Nadie puede sentirse incómodo con el apelativo de feminista, sea hombre o mujer, no es una cuestión de género, sino de derechos, luchar por la no discriminación, por la igualdad, es una obligación, no algo de lo que avergonzarse. Armiñán es, era, un feminista convencido, activo, y en una época en la que casi ningún hombre lo era, ni por aproximación. También fue de los pocos que estudió en colegios mixtos, y se nota, para él las mujeres no eran elementos extraños e idealizados, "yo aprendí a tratar las mujeres con naturalidad y sin ansias".


Hace muchos años, cuando aún la Tierra no era redonda del todo, yo hice una serie en TVE que se titulaba “Las doce caras de Juan”. Vista la buena acogida por parte de los sufridos espectadores, repetí garbosamente con otra que respondía al nombre de “Las doce caras de Eva”. La primera fue interpretada por el estupendo Alberto Closas, y la segunda por trece -eran trece- no menos estupendas actrices. Cuando iba por el capítulo séptimo -más o menos- de “Las doce caras de Eva” recibí un anónimo, con un dibujo obsceno incluido, que decía: “Las doce caras de Juan”, doce espléndidos caracteres de hombre; “Las doce caras de Eva”, doce bodrios. Jaime de Armiñán, machista y maricón.” Todo escrito con letras de imprenta y seguramente trazadas por mano femenina, que esto de las mujeres es muy intricado. Lo cierto es que puse el mismo amor en Juan que en Eva, y si me apuran un poquito, mucho más en Eva que en Juan, porque a mí las mujeres me gustan, si me apuran un poquito, mucho más que los hombres, no sólo por fuera, sino por dentro también.” Jaime de Armiñán


     Empecemos con la declaración de intenciones de la entradilla del primer episodio:


Y en esta sociedad que camina a pasos agigantados hacia el matriarcado, donde las mujeres triunfan cada vez con mayor fuerza.”


     Dicho en la patriarcal, paternalista, dictadura fascista de Franco, tiene una carga de profundidad, de valentía, que es justo reconocer.



1- ARIES



      Desde el primer segundo vemos quien manda, domina, en casa: ¡ARRIBA, CABALLO MORO! (la expresión habitual es Rey Moro, el cambio es muy significativo), lo que eufemísticamente se llama llevar los pantalones, expresión machista donde las haya, al menos hasta que las mujeres empezaron a utilizarlos también, anulando por completo su menosprecio de género. Poco se ha escrito sobre el carácter revolucionario que tuvo, que tiene, el empleo de pantalones por parte de las mujeres, fue uno de los primeros grandes pasitos hacia la igualdad. No es casual que los primeros pantalones los utilizaran de forma generalizada las mujeres obreras durante la Segunda Guerra Mundial (aunque ya los llevaban las mujeres amazonas en la Antigua Grecia), llevaban los de sus maridos destinados en el frente, luego pantalones e independencia están íntimamente ligados, no es una mera prenda de vestir.


Todos los hombres son cretinos, Encarnita, pero tú y yo y todas las demás mujeres del mundo tenemos que sufrirlos.”


     Repito, la España de la Sección Femenina, del ordeno y mando, y la mujer callar y obedecer, sin cuestionar la autoridad paterna, filial, marital, eclesiástica. La mujer protagonista, la genial Amparo Soler Leal, es una mujer de éxito que trabaja fuera de casa, y no solo eso, es la jefa, en un trabajo creativo, una agencia de publicidad, en el que ella toma todas las decisiones importantes, también en casa, se levantan a la hora que ella quiere, se limpia cuando ella quiere. Y fuma, sí, fuma, un detalle que puede parecer anecdótico pero que no lo es, fumar y beber fueron los primeros símbolos que utilizaron las mujeres para mostrar públicamente su rebeldía, una forma de provocar como otra cualquiera. Por si fuera poco a mayores es conferenciante, ante un público compuesto únicamente por mujeres, otra excepción, y bajo el lema: “Una mujer organizada vale por dos”, tomado de la escritora Christiane Collange, una de las primeras jefas de redacción europeas e incansable reivindicadora de la liberación de la mujer desde los años 60 con libros como “La francesa de hoy” (1961) o “La segunda vida de las mujeres” (2004), centrado en la vida después de la menopausia, tema bastante tabú en la literatura, salvo el seminal “La edad peligrosa” (1910) de Karin Michaëlis. Sus primeras palabras son: “Señoras, no empiezo por el tradicional señoras y señores porque aquí afortunadamente no hay hombres.” Dicho con retranca pero una forma de poner de manifiesto que las mujeres no necesitan estar tuteladas por ningún hombre, que pueden desarrollar una vida plena completamente autónoma sin la constante supervisión, presencia, de ningún hombre.


El acerbo de las mujeres no solo debe de ser comunitario sino utilizable obligatoriamente en nuestra emprendida y no concluida lucha por alcanzar la igualdad de derechos con el hombre.”


     Discurso interrumpido por una espectadora, Chus Lampreave, que grita: ¡LA ALCANZAREMOS!, grito secundado, aplaudido, por otras asistentes.


A pesar de nuestros maridos, porque no olvidemos que en esta época, quizá por desgaste (risas), los hombres son mucho más frívolos e inconscientes que las mujeres.”


     Lo que se llama empezar una serie poniendo los ovarios encima de la mesa. Finaliza la conferencia y hace corrillo con la conferenciante:


-¿Y Benito por qué no ha venido?

-No podemos hacer excepciones.

-Pero hija, el marido de una.

-Ese menos que nadie.


     Un zasca en toda la boca de la sagrada institución del matrimonio.



2- TAURO



     Dos mujeres bebiendo en la cocina un licor carísimo, una de ellas se va a por fumeque. ¿No es la habitual representación de una ama de casa, verdad? Y menos si hablamos de una reciente viuda, que sí, que va de negro, pero en minifalda y botas altas, y al poco suelta, me voy a quitar el luto mañana. Su marido la ha dejado en la ruina y cuál es la solución que le encuentra, ¿pedir un préstamo?, ¿recurrir a la caridad, al cobijo de la familia?, ¿volver a casarse?, pues va a ser que no, decide ponerse a trabajar, sacarse las habichuelas por sí misma. Por si fuera poco estaba pensando en divorciarse de su marido, ni más ni menos que divorciarse, pecado de lesa humanidad para la Iglesia, el brazo ejecutor principal de la sojuzgación de las mujeres durante la dictadura. La loa de la amiga al marido es para enmarcar:


-Hay que ser realista Margarita, hay que ser realista, y llamar a las cosas por su verdadero nombre, no has sido feliz en tu matrimonio, no tienes un céntimo, y no cambia nada que tu marido se haya muerto, era un miserable, y los miserables también se mueren Margarita, por suerte para ti.

-Eres una salvaje.

-Lo principal es que te has liberado.

-¿Y los niños?

-Te los hubiera quitado. Mientras no se demuestre lo contrario los hombres siempre tienen razón, y cualquiera lo demuestra en una sociedad en la que solo mandan los hombres.

-Puede que sí.

-¿Solo puede?

-Tienes razón.”


     No hay que ser muy retorcido, conspiranoico, para asociar al marido con el dictador, con Paquito, las pocas dudas se despejan cuando en un alarde de mala baba descomunal subterránea, Jaime de Armiñán hace que la madre sorteé qué van a comer los niños, y ante el disgusto por el resultado de uno de ellos, la madre contesta: “Lo siento Marcelo, la democracia es la democracia.” Que dicho en plena dictadura tiene su punto, su puntazo. Lógicamente para encontrar trabajo recurre a los pocos contactos que puede tener, un amigo de su difunto marido, que trata de conseguir sus favores sexuales a cambio del trabajo, cosa que ella rechaza de plano (refrito del episodio “La viuda” (1966) de la serie “Tiempo y hora”), en una película de Godard hubiera accedido.


He buscado trabajo y no lo he encontrado, no culpo a nadie porque no estoy preparada. Resulta, que a casi todas las mujeres de mi generación las han educado para una sola cosa, el matrimonio, una especie de caza del hombre que asegure el porvenir, y a nuestras abuelas no digamos. Yo no sé nada ni sirvo para nada, pero poco he de poder o acabo sirviendo.”


     Como se puede ver un mensaje que se aleja por completo del victimismo, del conformismo, del fatalismo, una auténtica arenga llena de positividad, de activismo, o de empoderamiento que dirían en la actualidad. ¿Y termina saliendo adelante? Por supuesto, se convierte en una emprendedora rural, en una empresaria hostelera de éxito.



3-GÉMINIS



     Aquí la subversión de los valores establecidos, de los estereotipos, es más sutil. El ideal romántico de la novela rosa de mujer enamorada hasta las trancas del príncipe de sus sueños, que pena por no poder estar cerca del amado, se da la vuelta. Tres son los románticos enamorados, comiendo en la mano de la princesa con atributos, derechos, de príncipe, la genial Enma Cohen. Ella es quien lleva la iniciativa, la que entra a los hombres, la que va y viene cuando le da la gana porque es libre, segura de sí misma, enérgica, y solo está con los hombres cuando quiere estar, no por conveniencia o necesidad. Es contradictoria, compleja, ambigua, odia las rutinas, las convenciones, lo contrario a la muñequita de porcelana sumisa y acobardada del cine clásico, también del español. El solo detalle de que esté en una discoteca sola marca la diferencia, las mujeres solas, solteras, y no amargadas, ansiosas, por tal hecho, no existían en la televisión pública. La mujer era un objeto que solo adquiría la categoría de personaje cuando se veía irradiada, transfigurada, por el halo de grandeza, de superioridad moral, física e intelectual, del macho cabrío, del héroe masculino. Héroe, héroes, con pies de barro, y en zapatillas de andar por casa, como demuestra este episodio, en el que los hombres son sujetos pasivos, pacientes, nostálgicos, llorones, abrumados, arrollados, por la avasalladora personalidad de una mujer fuerte, poderosa, arrogante, sobrada.


Yo soy libre, no tengo que ir a la oficina. Vivo en la selva con una familia de gorilas.”



4-CÁNCER



     Primera secuencia, dos mujeres trabajando en una tienda, cuando que las mujeres trabajaran fuera todavía estaba mal visto, encima la protagonista llevando pantalones, sacrilegio. Vende un perro muy por debajo de su precio por razones sentimentales, la ofrecen pasta por su negocio ruinoso y lo rechaza, se ve que las mujeres no son tan materialistas, pragmáticas, como las pintaban, las pintan. Ante el retrato de su padre suelta este discurso libertario, feminista: “Tú si que me entiendes papá. Tampoco es tan difícil, basta con que a una la dejen vivir a su modo, y con que no se meten en la vida de una”. Vive sola, por decisión propia, le sobran los pretendientes, sin frustración ni miedo, disfruta de su soledad, de sus inquietudes, la lectura, la música, el estudio. Deja entrar a un hombre en su casa con total normalidad, aunque sea para enseñarle a escribir, con las habladurías que eso generaba en la época. Sale a altas horas de la noche, sola, y acude a un cabaret a tomarse una copa, repito lo de sola, entre el público también hay otras mujeres solas. Se sienta en una mesa con tres hombres desconocidos, se queda luego con uno solo y acepta una invitación a ir a su barco, una libertad de movimientos bastante inusual en una mujer de posguerra. La piden en matrimonio, un viudo viejo amigo de la familia, para convertirla en una mujer de su casa, en una ama de cría de sus hijos, y cuando se pone en plan posesivo, controlador, le manda a la mierda y le suelta una bofetada. Que al final acepte la propuesta cuando ya no sigue en pie no es más que un intento de salvaguardar el orgullo de macho herido rechazado del viudo, no una claudicación, jamás se hubiera casado con él de verdad.



5-LEO



     La protagonista es soberbia, autoritaria, intransigente, características que según el catecismo oficial del cristianismo, del franquismo, son completamente ajenas a la mujer. Las que más se ajustan a su delicada, débil, naturaleza son: la dulzura, la comprensión, la sumisión, el conformismo, la paciencia, la resignación. Luego Armiñán se pasa por el forro los estereotipos, también las mujeres pueden ser injustas, tiranas, como cualquier hombre. Se reúnen varias criadas, sin avisar a sus parejas con las que habían quedado, le dan al morapio, al fumeque, y hablan de lo importante que es la unión y la educación. De fondo suena el grupo femenino más famoso de todos los tiempos después de Vainica Doble, Las Grecas, que revolucionó el flamenco, el pop español.



6-VIRGO



     Mujer trabajadora que desayuna sola en un bar. Del despacho es la más profesional, la única, y ante las injustas acusaciones de nepotismo, de enchufismo, de desidia laboral, decide presentar una petición de traslado, recriminando a su jefe el paternalismo. Sus compañeros la tratan de invitar en el bar por ser mujer y les contesta que entre compañeros está prohibido. “La señorita Luz es todo un hombre”. Su principal afición es la mecánica, profesión casi siempre asociada a los hombres, lo que no deja de ser ir a contracorriente, o mostrar diferentes caminos a las mujeres de la época. Ante las presiones por parte de sus padres, sobre todo de su madre, para que se case las rechaza alegando que solo se casará, si se casa, por amor, el matrimonio no es un destino, una profesión, femenina. Sale sola de madrugada para visitar a un hombre en su habitación, contraviniendo las órdenes de sus padres. Toma la decisión de no seguir con la relación:


-Yo necesitaría una mujer como tú.

-Lo malo es que yo no necesito a un hombre como tú.


Estaba preparando el capítulo y me llamaron para decirme: “¿No pensarás emitir este episodio hoy?” Yo no sabía a qué se referían, claro que después me di cuenta de que era el día de la Purísima y el capítulo era el de Virgo. Ese día retransmitieron un partido de fútbol.”



7-LIBRA



     Primera transgresión, mencionar a Simone de Beauvoir, la autora de “El segundo sexo”, un hito del feminismo. Ropa de importación, el pantalón es más cómodo. Viste y se maquilla para ella misma, no para los demás, para los hombres. Va al casino, exclusivamente para hombres, con su pareja. Cuestiona la autoridad de la suegra, y no rompe con su relación de conveniencia aunque lo desee, solo por no provocar un conflicto. Sacrifica su felicidad, sus deseos, por la felicidad, deseos, de los demás. Es decir, indecisión, sumisión, falta de voluntad, de fortaleza, incapacidad para decir no. ¿Dónde está el feminismo en esto? Pues en el cómo, Armiñán desarrolla la historia de manera que el supuesto final feliz tópico de todas las películas románticas, la boda, sea un final infeliz. Que el cliché de que el matrimonio es el destino ideal de la mujer, el único digno, que hacer caso a tu futuro marido, a tu madre, y a tu suegra, es lo mejor, porque todo lo hacen por ti, por tu felicidad, sea visto como algo negativo, nocivo. Luego el episodio es un ejemplo en negativo, una farsa, una forma didáctica de decirte lo que tienes que hacer mostrándote lo que no tienes que hacer. La forma más inteligente, y sarcástica, de saltarte la censura de lo políticamente correcto, simular que acatas pero ensañando la patita, mostrando el camino de la insumisión, de la rebelión. Matrimonio: “Me parece una cosa horrible”.



8-ESCORPIÓN



     En este episodio es muy difícil encontrar un mensaje feminista ni forzándolo. Una antigua estrella venida muy a menos que vive ajena al mundo real gracias a la benefactora ayuda de su representante. Aunque si nos atenemos a la definición clásica de feminismo, búsqueda de la igualdad, pues entonces sí. Porque la relación que se establece entre los dos es completamente igualitaria, no de ama y esclavo, no de hombre y mujer, sino de amigos, que se protegen, engañan, mutuamente. Que él la ame a ella, ella a él no, no la condiciona para nada, ni la hace sentirse culpable, en deuda, lo asume con total naturalidad. Sin por ello convertirse en una mujer fatal, ni en una bruja. Ella pone las cartas sobre la mesa, sin eufemismos, si él las acepta es asunto suyo, el masoquismo, el amor no correspondido, es unisex. El amor de conveniencia, interesado, ni lo contempla, tampoco él, son dos seres puros, de una pieza. Lo que más destaca en ella es su honestidad brutal, su salvajismo, la crueldad con que expresa lo que siente, y su autoritarismo, “a mí nunca nadie me ha dado órdenes”. Al margen del feminismo, uno de los mejores capítulos de la serie, una mezcla de “El crepúsculo de los dioses” y “El último tranvía”.



9-SAGITARIO



-¡Qué ganas tengo de que te cases!

-¿Tú crees que ese es el estado ideal de una mujer?


     Principios del siglo XIX, una madre y sus dos hijas viven solas y trabajan como músicas en un café, su canción fetiche es “Placer de amor”. Beben vino en las comidas.


Las mujeres no somos objetos de adorno, un capricho de señores. Igualdad, como ellos, y si hay que morir en las barricadas se muere.”


     La hermana mayor pone a prueba a unos machistas que reivindican la superioridad moral, intelectual de los hombres, les hace un test de cultura general que suspenden estrepitosamente. Dolidos en su orgullo sabotean su actuación, la contestación es la siguiente:


-¡Tocamos lo que nos da la gana, y cuando nos da la gana!”


     Se matriculan en derecho y por las tardes trabajan en una oficina, el feminismo echa a andar y no lo para ni la Guardia Civil, la Guerra Civil sí.



10-CAPRICORNIO



     Las tres eses de la mujer como Dios manda: sensible, sumisa, sentimental. Luego la mujer que protagoniza este episodio no es una mujer como Dios manda, como el Hombre manda. La que manda es ella, de forma fría, racional, autoritaria. La disciplina la impone, no se la imponen. Crítica la ignorancia, frivolidad, de su criada, y trata de culturizarla, “la cultura no está reñida con el buen gusto, sino todo lo contrario”. Colecciona fotos de arte, no de actores ni de modelitos, otro topicazo tirado a la basura. “Yo recorto cosas serias”. Y no es el último, la ambiciosa es ella y no el marido, quien toma la iniciativa, quien protege, es ella y no él. Lo que antiguamente se llamaba llevar los pantalones, o por oposición, calzonazos. Vayamos con el siguiente: “La donna è mobile, qual piuma al vento, muta d´accento, e di pensiero” (la mujer es mutable, como pluma al viento, muda de acento, y de pensamiento). Pues va a ser que no, la mujer protagonista, la maravillosa Marisa Prendes, es voluntariosa, obstinada, constante, paciente, cuando se le mete algo entre ceja y ceja no para hasta conseguirlo, tenga o no el respaldo, la autorización, de los demás, de los hombres. Lo que viene siendo una mujer con carácter, con ideas, y acciones, propias. “Lo que está bien hecho. Bien hecho parece”. Y como guinda el marido coge la botella de vino y le ofrece a la mujer, esta deniega y coge la jarra de agua y llena el vaso de los dos, donde manda patrona no manda marinero.



11-ACUARIO



     Mujer a punto de casarse con el novio de toda la vida y que a última hora decide tomarse un tiempo para pensar yendo a un balneario sola. Allí se encuentra con un hombre y en todo momento lleva la iniciativa sin dejarse avasallar, mandar, ni que la den consejos. Decide no casarse, odia la rutina, y deja a su nueva conquista con un palmo de narices. Mujer libre al cuadrado. “¿Quién eres tú para darme órdenes?”. “Yo puedo irme cuando quiera”. De rondón, camuflado en una conversación en broma, Armiñán nos cuela la igualdad en las tareas domésticas, haciendo una comparación entre los españoles y los ingleses, para que al menos la copla vaya sonando. “-Pronto tendrás que hacerte la cama. -Y fregar los cacharros como en el extranjero. -¿Y qué dice la nueva generación, vais a fregar o no?”.



12-PISCIS



     Episodio final y especie de resumen que carece de interés para analizar desde un punto de vista feminista ya que está completamente centrado en el amor, en el hombre ideal de 12 mujeres, cada una de distinto signo. Forzando mucho esto puede servir para demostrar que no todas las mujeres son iguales, y por extensión tampoco los hombres, ya que a cada una le gusta un tipo de hombre diferente, demostrando que igualdad no es sinónimo de uniformidad.


   

                     https://www.rtve.es/play/videos/las-doce-caras-de-eva/



P.D: FEMINISMO EN “TRES ERAN TRES” (1972, Jaime de Armiñán)




     Si bien no es una de las mejores series de Jaime de Armiñán, o de las más compactas, dos episodios destacan sobre el resto, el 10, una magistral exhibición de Lola Gaos, un genial episodio sobre la diferencia de clases, y sobre los límites, contradicciones, del feminismo femenino, y el 12, con un entrañable Juan Diego, que trata sobre los límites, contradicciones, del feminismo masculino, tiene su importancia como termómetro de la situación de la mujer, del feminismo, a principios de los años 70, una etapa de transición del rol tradicional de la mujer, a otro más abierto, libre, moderno, pero sin extremismos. Las diversas posturas están reflejadas en las tres hermanas, la más tradicional, conservadora, Paloma, Julieta Serrano, aunque no busque casarse a toda costa y trabaje fuera del hogar; la nueva feminista, o entre dos aguas, que trata de adaptarse a los nuevos tiempos con pleno convencimiento, que también trabaja fuera de casa como ejecutiva de una agencia de publicidad (como en el episodio “Aries” de “Las doce caras de Eva”, también interpretado por Amparo Soler Leal) y huye como de la peste del matrimonio; y la feminista-anarquista, Julia, Emma Cohen, impagable su camiseta de Hendrix, aparentemente la más radical y libre pero con sus ambigüedades, es la única que no trabaja, que solo estudia. En definitiva tres mujeres que no huyen de los hombres pero que tampoco los necesitan, que no viven su soltería, su no maternidad, con angustia, desesperación, prefieren dedicar sus esfuerzos a crecer como personas y profesionalmente.




 “Ante nuestros ojos han vivido, hablado, discutido, reído, tres mujeres solteras que no querían hacer un problema de su soltería y trataban de solucionar su vida trabajando. Para ellas, el matrimonio no era ni una obligación, ni una servidumbre, ni una solución cómoda. El que mujeres normales, hasta cierto punto al menos, se puedan permitir el lujo de ser libres, independientes y críticas es algo insólito, al menos en nuestra TV.” Ramón María Iribarren – 1973 – Reseña









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