PRÓXIMAMENTE (o no): MIS SERIES DE HUMOR BRITÁNICAS FAVORITAS

 

     El humor es genético, de las pocas cosas decentes que se heredan. Hay familias, países, serios, y familias, países, con sentido del humor. Y si no lo mamas desde la infancia, estás perdido, es algo que ni se contagia ni se aprende. A disfrutarlo sí, con paciencia y voluntad. Como no captes la ironía, el sarcasmo, el humor negro, a la primera, solo una vida llena de sufrimientos, frustraciones y fracasos puede ayudarte a adquirir esa sublime capacidad. Los que no han tenido esa tremenda suerte, de heredarlo o de sufrir como perros, se tienen que conformar con el humor americano, que siempre entra de forma más fácil, directa, incluso cuando es más bruto. No digo que sea mejor o peor, solo que el humor británico, tan parecido al burgalés, al islandés, es más sutil, cruel, que el americano, tiene más posibles lecturas (paradójicamente en literatura pocas veces me funciona, de los clásicos, Lear, Dickens, Tackeray, Jerome K. Jerome, Saki, Wodehouse, Sharpe, ninguno, salvo Dahl, las comedias de la Ealing menos todavía). Todo esto son generalizaciones porque a partir de los años 60, de National Lampoon en adelante, los americanos empezaron a plagiar a los británicos y las fronteras se desdibujaron del todo. Aún así el 90% de las mejores series de humor de la historia, si exceptuamos las de animación (y no lo digo precisamente por "Los Simpsons", que nunca me pareció gran cosa, tampoco "Futurama", "Padre de familia", "Rick and Morty", o "Beavies and Butt-head", sino más bien por "South Park", "Bob Esponja" y "Robot Chicken"), siguen siendo británicas, y casi el 100%, salvo el canto de cisne de “Little Britain” (2003-2006), del siglo pasado, la imparable decadencia de Gran Bretaña no es solo económica, ni musical. Las nuevas generaciones, las criadas a los pechos del canal Disney, han mamado mucha mierda, y de lo que se come se cría. La de los 70-80 tuvimos la tremenda suerte de coincidir con el nacimiento de las cadenas privadas, y su apuesta suicida por el humor, y no precisamente en horario nocturno, vamos que no incluyo los insulsos Late Nights a la americana que todavía sobreviven con Broncano y compañía, sobre todo Canal +. Muchos creerán que me estoy refiriendo a series como "Friends", "Frasier", "Seinfeld", "Padres forzosos", "Mi viejo rockero", "Primos lejanos", "Blossom", etc., que también veíamos religiosamente, aunque al menos a mí no me marcaran, sino a series de culto como "Búscate la vida", "Deja la sangre correr", "La pareja basura", o "Alas Smith & Jones". Solo estas dos últimas eran británicas, muy británicas, en sus dos principales vertientes: sitcom, comedia de situación (la primera fue británica, “Pinwright´s Progress” (1946)), personajes-espacios fijos y una historia de 20-25 minutos en cada capítulo, y conjunto de sketches, de gags, de cuadros cómicos y monólogos, su gran especialidad, exportada a todo al mundo. Si en cuestiones cinéfilas los consensos son difíciles, en cuestiones de humor menos todavía, lo que a uno le puede hacer gracia a otro le puede parecer una chorrada, en esto no hay términos medios, cada cual sabe que tipo de humor encaja con su personalidad, carácter. A quien le sirvan bien, a quien no le sirvan, que se joda por sieso.

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